
La clave está en la organización. Si procuras ir limpiando las ollas, cubiertos y platos que vas utilizando mientras preparas una sabrosa receta –o unos simples espaguetis con tomate– no sólo mantendrás la pila despejada sino que te ahorrarás un buen rato de frotar.
“Es muy útil poner una palangana llena de agua caliente con jabón cerca del fregadero e ir echando los utensilios y herramientas sucios según termines de usarlos”, recomienda Kelli Dunn en The Kitchn. Si vas a fregar a mano este es un buen método para evitar que se acumulen y estorben los utensilios en el fondo del fregadero y ahorrar agua (verás como después retiras los restos de comida más fácilmente).